Para separar las claras de las yemas en dos recipientes distintos, lo primero que vamos a hacer es lavarnos muy bien las manos. Recuerda que los huevos no deben lavarse o limpiarse con un paño húmedo, así evitaremos que no traspase nada desde el exterior hacia el interior del huevo y pueda contaminarlo, ya que la cáscara del huevo es porosa.
Una buena forma de abrir el huevo es cascarlo levemente sobre el plano de la mesa. No lo hagas sobre ningún recipiente para que no caiga nada dentro.
Lo abrimos con una mano poniendo la otra debajo y dejamos que la clara se deslice a través de nuestros dedos hacia el plato que tenemos justo debajo quedando atrapada la yema en nuestra mano para depositarla en otro plato o taza.
Es importante que dejemos las claras a un lado de la mesa para que vayan tomando la temperatura ambiente.
Separar las claras de las yemas de huevo es una habilidad importante en la cocina, y con un poco de practica será mas fácil con el tiempo. Si se mezcla la yema con la clara accidentalmente, no te preocupes demasiado, puedes intentar separarlas de nuevo con un utensilio limpio o simplemente empezar de nuevo con un huevo fresco.
¡Ahora ya estás listo para usar las claras o las yemas en sus recetas favoritas!